Desde 2017, combinamos instalaciones modernas con métodos tradicionales para crear vinos únicos.
Prieto Picudo y Albarín son nuestras joyas, cuidadas durante todo el año para ofrecer lo mejor.
Cada etapa del proceso es esencial, desde el viñedo hasta la botella final.
Respetamos los tiempos naturales para capturar la esencia de cada campaña.
La tradición pasó de padres a hijos, hasta que en el año 2017 los actuales propietarios ponen este proyecto en marcha construyendo una bodega con instalaciones modernas pero con el mismo objetivo, elaborar vinos de manera tradicional mimando el proceso. En Solotero queremos que cada botella contenga la esencia propia de cada uno de nuestros vinos. Por ello respetamos los tiempos naturales de cada una de las distintas etapas de elaboración, para que con el sabor característico del Prieto Picudo y del Albarín, puedas disfrutar de los sabores y matices propios de cada campaña.