Espacio de flores, piedra, tierra y agua se entremezclan para dar vida a una comarca sembrada antaño de oro y wolfram. Tierra en la que rojos, amarillos, verdes y pardos cubren los pequeños valles y las intemporales montañas. La entrada a este paraje supone el definitivo adiós a la meseta y la bienvenida a una tierra pródiga y acogedora, plagada de innumerables leyendas y romances imposibles… El Bierzo posee una extensión geográfica de 2.895 km2. Su situación, limítrofe con Asturias y Galicia, convierte a esta región leonesa en un enclave donde se entremezclan raíces y culturas. Sus vinos con Denominación de Origen son el producto más conocido: blancos, tintos y rosados. Además de los otros cinco productos estrella de la gastronomía de la comarca: el botillo, el pimiento asado, la manzana reineta, la pera conferencia y la castaña.
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San Pedro de Montes 14 24540 Cacabelos, León España
Dentro de este microclima existen dos clases bien diferenciadas: la Hoya y la Montaña, y dentro de la última, el bosque cantábrico y el mediterráneo. Los suelos de la Hoya son de regular pedregosidad y sin rocosidad, salvo algunas excepciones. El color cuando el terreno está seco es pardo y cuando está húmedo, pardo rojizo. Son suelos moderadamente ácidos, su pH está próximo a 5,5, con ausencia de carbonatos, propio de climas húmedos. Su bajo contenido en materia orgánica, próximo al 1%, los hace muy aptos para el cultivo de la vid, favoreciendo la calidad frente a las grandes producciones por planta. En el caso de los suelos de la Montaña están constituidos por una mezcla de elementos gruesos, cuarcitas y pizarras, con un horizonte superficial muy corto y pobre. En estas condiciones extremas, la vid es capaz de producir en muy pequeñas cantidades sin perjudicar la calidad del fruto, que es excepcional, encontrando en los vinos elaborados aromas primarios compuestos por el carácter varietal de la mencía y los tonos minerales y pizarrosos procedentes del terruño.